Si, existe una forma de entender esto,
comenzando por el final.

XV.XI.MMVII


La pluralidad...
es solo una apariencia.

Los conceptos,
se imponen.
Los conceptos,
dominan la mente.
Los conceptos...
¡siempre los conceptos!

Una respuesta común,
sustituyendo
infinitos nombres propios,
lista interminable...

Solo una clase de respuesta,
siempre la misma, monótona,
aburrida ya,
ante una variedad de estímulos,
asociaciones,
adquisiciones,
¡abstracción!
discriminar, unir,
unir, discriminar.

¿Ir más allá?
¿Acaso algo más que un proceso de condicionamiento?
aceptar, creer, pretender
con la estabilidad, de un castillo de naipes
de mil, diez mil,
cien mil barajas.

¡En lo que es siempre diverso!

Economía,
vida fácil,
las apariencias engañan.
Siempre engañan.
La pluralidad,
es una realidad
inabordable,
angustiante
en un ser
diseñado a buscar patrones,
soluciones,
incluso
donde no las hay.

Solo la necesidad
habla de conceptos.

Manejar los conceptos
¿o manejar la belleza?
con los ojos del arte.

la pluralidad...
¿es solo una apariencia?

Conceptos, objetos,
una realidad extraña
si, manejable, nombrable,
pero de trasfondo incognoscible.

La verdad...
es solo una apariencia

¿sentidos? ¿razón?

y cualquier construcción posee
la misma dosis de necesidad,
que de inclinación a la belleza.