Si, existe una forma de entender esto,
comenzando por el final.

VIII.XI.MMVII



Cuan estéril
es la razón
fuera,
allí en otro astro,
en otro universo,
también posible.

Y antes,
hubieron eternidades
en que no existían,
ni hombres, ni razón,
y después
cuando frío el Sol
ya no se perciba...
luz, calor,
habrá caído todo
como fina lluvia tranquila
en la nada,
en la misma noche,
de la que Gea surgió un día
y Eros
y todo se originó.

Cuan estéril,
sin misión alguna
que conduzca más allá
de la vanidad,
del hacer posible
la misma existencia
gregaria, por hastío,
por naturaleza,
sin alcanzar
a llenar siquiera,
los estados del alma
¡el eterno pathos!
¿sabe el alma acaso algo de si misma?

¡Cuanto orgullo!
ante tanto engaño,
creyéndose la razón,
que el universo
esta a sus pies.

Metáforas de la mirada
son las cosas,
y contentándose
con recibir estímulos,
el mismo hombre se convierte,
en metáfora de sus palabras.

¡Cuanto engaño!,
para llenar
tanto vacío.

Y nada más increíble
fantástico,
extraordinario,
que haya podido surgir,
como agua de manantial,
pura, fresca,
una inclinación,
sincera,
hacia la verdad.