Si, existe una forma de entender esto,
comenzando por el final.

XIV.X.MMVII



Ignorar el tiempo pasado,
suprimir la razón.

Despojado
todo
de su existencia aprendida,
creída, amada, odiada,
temida, deseada, ignorada...

torrentes de luz,
tormentas de sonidos,
sucesión de olores,
sabores,...
dolores, quizás miedos.
Donde ni el frío ni el calor,
se sabe aún lo que son.

Formas como seres,
móviles, inmóviles,
ignorantes todas ellas
de ese renacimiento
abruman al ser queriéndose definir
en un desesperado intento de ser;

de cobrar sentido en esa historia
que se ha de comenzar a escribir,
si tiene voluntad de ser.

E incapaz la razón de abordar,
esta ahora infinita tarea;
presintiendo su muerte, ante esta nueva locura
de la razón sin razones:

salta
cobarde
rindiéndose sin querer luchar,
a su anterior universo.

El plácido presente,
lentamente forjado
con la venganza del pasado,
que se niega a dejar de existir

sin más incertidumbre
que una pizca de azar,
en un futuro
que ya no será más
que lo que ya fue.